Dos
signos que como los polos opuestos, se atraen intensamente. Si esta fusión
se produce ambos creerán que los milagros existen. Una mirada intensa de Aries
y una seductora sonrisa de Libra, y el hechizo acontece. Mientras a uno le
temblarán las rodillas, el otro sentirá mariposas en el estómago, el roce
de su piel es electrizante y cuando se besan ambos sentirán un trallazo de
colores. Sus signos son opuestos, lo que al uno le falta lo tiene el otro.
Libra lógico. Aries lo hace todo sobre la marcha. Si Aries no pierde los nervios
ante la indecisión de Libra y comprende que debe dirigir toda la relación,
todo irá bien. ¿Pero existes de verdad? Dirá Libra, y Aries morirá de felicidad.